miércoles, 1 de febrero de 2012

Momento de reflexión

Son las 17:56 del 1 de febrero de 2012, cuando me dispongo a escribir esta entrada. Ha llovido mucho desde que escribí mi ultima entrada en este blog, y también ha cambiado mucho mi vida. Aprovecho este momento de relax y de gran aburrimiento para pensar sobre todos los hechos acontecidos en mi vida desde mayo del 2011 hasta hoy.

Recuerdo como si fuese ayer que estaba escribiendo mi última entrada, con motivo del acto desmesurado de la policía contra los indignados en Barcelona. Me encontraba en vísperas de la temida (y sobrevalorada) Selectividad. Por aquel entonces mi única preocupación era estudiar y estudiar para poder lograr acceder a mi vida universitaria. En esa época yo estaba muy decidido en llegar a ser Ingeniero Aeronáutico. Pero lamentablemente, eso era lo único que tenía en mi vida, mis estudios. Me sentía vacío. Bien es cierto que yo, si algo he procurado en mi vida, es rodearme de los mejores amigos, pero aún teniéndolos ya, ellos no podían llenar esa parte de mi que se hallaba distante, en las sombras, vacía. 

Hacía tres años que me enamoré de una persona. Llevaba muchos años con ese vacío, y desde que la conocí, supe que solo ella podía cerrarlo. Sin embargo, debido a circunstancias de la vida, no pudo cumplirse, y tuve que alejarme de ella, aumentando así aun más ese vacío que en mí albergaba. Pero la vida tenía que seguir, puesto que así lo dictan las leyes naturales. Desde aquel 28 de mayo, me sucedieron muchísimas cosas. Supere con éxito Selectividad, acabé accediendo a un Doble Grado en Ingienería de Software + Matemáticas; filtré mi círculo de amistades, quedando solo así las personas que me quieren, y diversos acontecimientos que no son relevantes. 

Lo que no me podía imaginar, aquel 28 de mayo, es que 5 meses después, aquel vacío que me había acompañado desde que tuve conciencia de su existencia, se llenaría. Incluso durante este momento de reflexión, pensándolo muy detenidamente, me sigue pareciendo increíble tal acontecimiento. Cómo tras navegar a la deriva durante muchos años, volvió a mi vida la persona de la cual estaba enamorada para servirme de guía y dar un rumbo a mi vida; para llenar ese vacío que tanto miedo me generaba y tanto me atormentaba. No se me olvidará el verano de ese 28 de mayo, ni de los meses posteriores. De cómo volví a aprender el significado (ya perdido para mí) de la palabra amor, y de los momentos pasados con la persona de mis sueños. Y es que ese 28 de mayo, en el que me encontraba divagando sobre los derechos humanos, me habría sido imposible imaginar que, el 5 de noviembre, la persona de la cual llevo enamorado desde que la conocí llenaría por siempre ese vacío. Me habría sido imposible imaginar que mi sueño se haría realidad, y más aun poder decir: TE QUIERO ESTUPIDA

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